ON DEMAND: Otro día sin leer el diario / @nicoale14

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Historia compuesta on-demand basado en las menciones de @nicoale14

 “Como en todas las horas pico, en clarín AM 580 canta el Zorzal criollo, que cada día canta mejor” dijo tímidamente la radio-alarma que no precisaba hacer mucho escándalo para levantarme del catre.

Me arropé con lo primero que encontré -a mi edad ya no hace falta impresionar a nadie- y procedí a mi rutina.

Me lavé la cara, le dí un beso a la foto de Mirtha que tengo a lado de la cama y acto seguido le dije que hoy iba a ser un buen día, como todos los días; ella sabe que le estoy mintiendo, pero creo que le tranquiliza escucharme.


A veces me da pánico mirar a las fotos, no sé si es una cosa de mi generación o qué pero todos salen sonriendo casi de oreja a oreja.
Con las fotos de mis nietos o de mis hijas no me pasa, sus sonrisas son más disimuladas, más tranquilas, más reales.
En cambio mis amigos, mi esposa e inclusive algún que otro familiar tienen una expresión particular en ese fragmento congelado de realidad, me miran como si supiesen que ya no están. Para consolarme me digo que es porque sonríen demás para contrastar su ausencia, pero al igual que Mirtha, reconozco las mentiras en el aire.


Una vez completa la rutina, salgo a caminar como todos los domingos por mi viejo y querido Parque Rodó. Me gusta hacer la vuelta por Gonzalo Ramírez hasta Salterain y volviendo premiarme con un café del McDonalds nuevo. Yo le digo nuevo pero tiene la misma edad que mi rutina, hace 6 años era imposible pasar por ahí a las 7 de la matina. 


Al acercarme a las escalinatas que dan al estacionamiento veo a una botija acobachada en sus lágrimas.

- ¿Que pasa mija? Parece un mapache - Le dije, intentando que mi día tuviese una conversación más interesante que pedirle a alguien el café y un diario.
- Salí de acá viejo verde. - Me devolvió entrecortada por su respiración, propia de un llanto de bronca.


Entendí que no era el momento para hablar con alguien así que solo le deseé un buen día y seguí de largo.


Me senté en la terraza a ver si podía mirar el mar un rato, siempre me transporta por un ratito a esos veranos en Parque del Plata con Mirtha y los gurisas.
Respiré profundo de ojos cerrados a ver si podía robarle un rato de ese momento a mis recuerdos.
Pasados unos segundos abrí los ojos porque unos ruidos me empujaron de vuelta a la realidad.


Al darme vuelta sobre la silla para observar qué o quién me robó el olor a mar y protector solar veo a la botija de las escaleras que con pinta de apurada le pegó una mirada detallada a todo el local.
Hicimos contacto visual, me señaló con el dedo delatando que venía para acá y emprendió apurada marcha a mi mesa.

Tomo una silla entre tambaleos, se prendió un cigarro mentolado y me miró fijamente por unos segundos.


- Mira lo que trajo el viento - Dije, rompiendo el silencio velatorio que nos apartaba
- Vos que ya viviste un montón ¿Explícame por qué me pasan estas cosas todo el tiempo? - Respondió creyendo que yo era omnipresente, como si supiese su contexto.
- ¿Qué pasa gurisa? Contame, no tengo idea de que hablas - Dulce inocencia de las almas jóvenes, creen que todos estamos en su cabeza.
- Nada, que me gusta alguien y siempre siempre que me abro a contar lo que siento con alguien, esa persona se aleja. - Soltó y pude sentir la vehemencia de sus palabras atravesando el tono carrasposo digno de un whisky berreta.
- Uhh que cosa los amore… - Fui interrumpido
- ¡¿Sabes lo que me hizo esta imbécil?! - Gritó y tuve que acercarme el café a la ñata para que el olor de su boca no me maree.
- Ahh es por una pajarita? Mirá que bien, en estos tiempos liberales. - Solté, que se yo, era la primer lesbiana en mi vida que sabía que era lesbiana.
- Una pajerita querrás decir - Dijo y esbozó una pequeña sonrisa mientras se acercaba el pucho a la boca. 
- Mira gurisa yo nunca entendí mucho a las mujeres, yo que sé en mi época el amor era más distante y habían menos instancias para enamorarse. Pero si sé de lo que es amar a una mujer - Dije mientras jugaba inconscientemente con mi alianza por nervios. Hace mucho no hablo con nadie así, sin una transacción de por medio, hace mucho todos mi dialogo eran para comprar cosas o con la persona designada para limpiarme el culo dos veces a la semana.
- Por eso te pregunto ¿Por qué es tan difícil querer a alguien y decírselo y que salga bien? - Ya no me quedaba café y ahora me acercaba el vasito vacío esperando que quede un poco de vapor para no olerle la jeta. 
Yo que sé, al sentarte acá me preguntaste algo sin que yo supiese que era lo que te estaba pasando. También, hedes a alcohol como loca. Asumo que aprovechaste que estando mamada te daba menos miedo y le soltaste todo lo que sentías a alguien que capaz no estaba preparada, ni en el momento adecuado para escucharlo. Capaz también te quiere pero no tuviste en cuenta el momento en el que lo decías, capaz no le interesa o capaz solo es garca. El mundo está lleno de garcas ¿Hace cuanto salían? - Fui duro pero justo, supongo. 
No sé, dos meses capaz. En realidad así exclusivas hace 2 findes más o menos. Casi siempre nos vemos acá, entre semana está ocupada con mil cosas y yo paso poco tiempo en Montevideo. No valora ni las dos horas de Bondi que tengo hasta acá - Dijo retomando el llanto. 
¿Ves? Eso es lo que pasa ahora, me hablaste de ‘exclusivas’ como si fuesen camisetas de fubol.
Todo esto así, este ritual de apareamiento que tienen los jóvenes de ponerse chulos y venir a un baile a chuponear un rato con gente que no conocen me descoloca.
Ven el amor como un producto y encima se lo alquilan entre ustedes.
Hay mucha sobreoferta de amor, por eso nadie quiere amar. Porque amar es entender los momentos de la otra persona, amar es encontrarse en pequeños detalles y convertir los gestos en simples acciones; cosas que no nos pesan hacerlas porque hay alguien más que ayuda a levantar esa carga. - Dije y sobre lo último se me enrojecieron los ojos.



Me tomé un segundo para respirar y recomponerme.

- Perdón si sueno poco esperanzador, yo también estoy haciendo equilibrio entre amar el hecho de poder amar u odiarme por sentirlo.
Hace no mucho tiempo perdí a Mirtha, ella era una mujer espléndida, siempre coqueta siempre simpática y atenta. Era una mina muy inteligente, muy viva y por sobre todas las cosas; me hacía sentir vivo a mí.
Qué se yo que puedo decirte del amor, que no pares de buscarlo y si pasa un tiempo no te desesperes, eso hace que tomes decisiones boludas o te conformes con poco. Es una mierda tener que jugar tocar todas las puertas a ver cual es la correcta, pero mira que vale la pena.
No te desanimes, andá, cómprate un café para vos y uno más para mi. Lavate la cara de paso que va a ayudar a que se te baje el alcohol. - Dije mientras le daba un billete de 200.


Esperé a que no pudiese verme y me fui a la mierda, era mi mujer a la que le gusta hablar con personas. A mi se me cae un huevo.

Capaz que fue descortés y le dió espacio para seguir justificando su sentir.
Pero bueno.


A mi edad ya no tengo que andar impresionando a nadie.